¿Por qué es importante tener en cuenta a la tecnología blockchain?
La tecnología blockchain, al proveer un registro distribuido, descentralizado e inmutable entre todos los usuarios que la integran sin la necesidad de un administrador central, facilita la ejecución de transacciones sin tener que confiar necesariamente en la integridad de la otra persona con la que se transa, en intermediarios o en una autoridad gubernamental; situación que logra reducir significativamente los costos implicados en una transacción electrónica actual como los de encontrarse sujeto a horarios, tarifas y comisiones.
Dicho beneficio se logra básicamente, según Werbach (2018), a través de dos pilares por los que se rige la tecnología blockchain:
- El primero, la criptografía informática, responsable de forjar una sucesión alfanumérica llamada hash en el bloque que contienen la transacción con el fin de volverlo único e inalterable.
- El segundo es la lógica de la teoría de juegos implementada en sus mecanismos de consenso, la cual impide que entre los integrantes de la red pueda haber actos de engaño o de incumplimiento.
En ese sentido, una de las principales razones de su adaptación en las actividades económicas y de su naturaleza disruptiva es la de poder resolver el problema de cooperación planteado por la teoría de juegos, el cual concibe a la confianza como un componente indispensable en una transacción, mediante la cual logra reducir significativamente el incumplimiento de obligaciones contractuales, situación que para algunos autores puede terminar deslegitimando el rol de los sistemas de justicia nacionales instaurados para forzar el cumplimiento de obligaciones u ordenar el pago de una indemnización; teniendo en cuenta además que una orden judicial no podrá ser efectiva sobre las transacciones que se ejecuten en una red blockchain, debido a la inmutabilidad de su registro y al seudonimato de sus integrantes.
¿Por qué la tecnología necesita de regulación legal?
Las críticas dirigidas al seudonimato de las transacciones plantean que la tecnología es susceptible de ser utilizada para evadir la contabilidad legal o para llevar a cabo actos ilícitos, razones suficientes para que sus promotores exijan una regulación estatal que puede terminar limitando significativamente el uso de la tecnología distribuida. Al respecto, Werbach (2018) señala que tales críticas se enfocan demasiado en la regulación y no en la manera en cómo las redes blockchain se autorregulan, enfatizando como equivocada la idea de pensar que se pueden regular sistemas como el blockchain de la misma manera que con sus equivalentes centralizados (llámese Google, Facebook o Microsoft); por otro lado, el autor hace mención al ataque a The DAO -un hacker que intentó desviar el equivalente a cincuenta millones de dólares recaudados en una organización autónoma descentralizada- para denotar algunas insuficiencias que tiene la tecnología al llevar a cabo la complicada tarea de establecer una gobernanza descentralizada, la cual a su vez aún no ha podido acoplarse de manera efectiva a la estructura tecnológica de una red blockhain. En esa línea cita textualmente a Peter Szilagyi, uno de los core developers de la primera red Ethereum (hoy Ethereum Classic) donde ocurrió el ataque:
“The DAO nos ha mostrado que toma mucho más esfuerzo escribir smart contracts de lo que habíamos previsto en un principio” (p.518). Traducción propia.
Así, Werbach entre sus planteamientos apunta que la tecnología necesitará primero integrarse con las instituciones legales para alcanzar su máximo potencial debido a que tanto la tecnología blockchain como la ley son esencialmente mecanismos de confianza; en ese sentido, propone tres formas en que ambos sistemas pueden operar:
Además de ello, Werbach también hace mención a las formas especiales de regulación como las safe harbors y las cajas de arena regulatorias e incluso propone modular smart contracts a través de estándares y añade que, aunque la regulación legal y la tecnología blockchain tengan una relación antagónica, esta última no se encuentra inmune a la aplicación de las leyes estatales, mencionando como ejemplos los casos de Silk Road y Mt. Gox. De esa manera concluye que el derecho no puede debe ignorar el potencial de las aplicaciones surgidas de la tecnología blockchain, siendo que a su vez, esta última necesita del derecho para poder legitimar sus actos.
Por último, el autor llama a la reflexión sobre los límites que rodean al monitoreo y el uso permitido de la tecnología con las siguientes preguntas: ¿Hasta qué punto el blockchain vuelve superflua la existencia de regímenes existentes al imponer un nuevo y potente mecanismo de confianza y cumplimiento? ¿En qué medida los regímenes legales pueden imponer cargas excesivas a la innovación proveniente de la tecnología blockchain?. Sin duda sus preguntas son preguntas que debemos tener en cuenta al momento de examinar las potenciales regulaciones propuestas por autoridades estatales y supranacionales.
A continuación puede descargar el texto completo de Kevin Werbach titulado Trust but verify: Why the Blockchain Needs The Law:
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